Mi Experiencia Personal

El doctor Dennis Cardoza me dio una batería de exámenes y el doctor dijo:   Digna tu hijo tiene autismo, pero con tendencia asperger. A mi mamá se le vino el mundo encima cuando escuchó eso. Eso fue en mayo de 1996 y a partir de entonces mi mamá y yo fuimos como una junta de bueyes tratando de no separarnos el uno del otro para apoyarnos mutuamente, ella ayudándome a mí y yo ayudándola a ella quizás no desde niño, pero si más delante de adulto. A los 6 años de edad mi mamá me llevaba a la Basílica de Don Sosco. Entre agosto y septiembre de 1999 miraba ese crucifijo asombrado porque no sabía quien era esa persona crucificada y a partir de entonces empezó mi entrega a la iglesia católica y empecé a ser un fervoroso católico. En ese entonces en lugar de andar jugando con carros yo lo que hacía era embelesarme y querer aprender más de la iglesia católica a pesar de mi corta edad tanto es así que yo tenía un devocionario de la iglesia católica que tenía una imagen del niño Jesús de un lado y el Jesús amigo que nunca falla del otro y yo lo tenía en mis piernas todas las mañanas como queriendo que esas 2 imágenes me enseñaran más. Mucho antes de eso mi mamá me había puesto en la guardería del COIF del MINSA y no me fue tan bien porque yo me mordía en la mano cuando a algún niño lo regañaban o un niño hacía pataletas y a veces empujaba a los niños. Era violento con los niños, me costaba compartir mis cosas, juguetes o demás cosas con mis compañeros. Estaba en un conjunto típico, me encantaba. Hacía todas las manualidades que me ponían. Después de la guardería mi mamá me puso en una escuela que ya no existe en 1998 y en ese año empecé a frecuentar el IPHE. Mi época en el IPHE fue por asuntos académicos, yo disfruté mucho porque había gente que me comprendía, chicos en mí misma condición. En el IPHE hacía una que otra actividad por ahí y las maestras me monitor-eraban en la escuela Japón